Analizamos la relación entre la borrasca atlántica y el tiempo primaveral que tendremos en los próximos días

Hoy analizamos la relación entre la borrasca atlántica y el tiempo primaveral que tendremos durante los próximos días.

En las últimas horas de la tarde de ayer, sobre el Atlántico Norte, dominaba la presencia de esta espectacular borrasca. De una belleza extraordinaria, muy profunda, y mostrando la singularidad que querer formar una característica en forma de ojo en su centro.

Pues bien, todavía pendientes del tiempo primaveral y ese periodo prematuro de altas temperaturas que se avecina, parece que esta borrasca puede tener cierta implicación. Es decir, provocar los cambios en la dinámica atmosférica, que conduzcan a ese episodio de tiempo bonacible.

Ondulación de la corriente en chorro polar

Para comprobar si existe algún vínculo entre la bella borrasca atlántica y el periodo prematuro de altas temperaturas que se avecina, vamos a ver qué está ocurriendo con la corriente en chorro polar.

Utilizando los mapas de análisis de vientos al nivel de 200 hPa (más allá de los 10 km de altitud en el perfil atmosférico) del modelo IFS / ECMWF, se descubren cosas interesantes.

Durante la madrugada del día de ayer, 8 de marzo de 2023, un máximo de vientos embebido en el chorro polar, realizaba su salida sobre el Atlántico, a partir de la Costa Este americana.

Ese máximo de vientos embebido en el chorro polar, exacerbó el proceso de ciclogénesis sobre una borrasca existente en el área.

Fruto de esa ciclogénesis, la borrasca se profundizó desde los 987 hPa hasta los 951 hPa que el modelo le asigna a día de hoy. Esta es la borrasca que se mostraba tan bella al final de la tarde de ayer.

Como consecuencia de dicha profundización, en el chorro polar ha aparecido una gran onda.

En el seno de esta onda, se encuentra la borrasca. Pero, como respuesta, y justo a continuación, ha comenzado a formarse una cresta.

Es decir, una sucesión de vaguada – dorsal. Esa dorsal que empieza a surgir será la clave del tiempo primaveral que empezará a notarse en los próximos días.

La incipiente dorsal será el origen del cambio

De cara a la jornada de mañana, el modelo europeo sobre el que estamos trabajando, así ve la dorsal, ejerciendo ya su influencia sobre nosotros.

A la izquierda, la vemos desde el punto de vista de todo el Atlántico Norte. A la derecha, con zoom sobre Europa, y como «engulle» a la península.

Desde el punto de vista de las temperaturas, también se observa la íntima relación.

Así, con el avance y pronunciamiento de la dorsal en altura, las masas de aire cálido subtropical comienzan a advectar hacia la península. Con ellas, la anomalía de temperaturas en superficie ( 2 m.) se hace más que evidente.

Traducido, llega la dorsal, comienza el periodo prematuro de altas temperaturas, que ya se empezará a sentir desde mañana.

Borrasca atlántica y tiempo primaveral ¡causa-efecto!

Si se cumplen los pronósticos del modelo, será de cara al próximo domingo cuando se alcance el apogeo de este episodio.

Coincidirá con el momento de mayor pronunciamiento de la dorsal anticiclónica en altura, tal como se puede observar en la comparativa de imágenes, arriba.

Posteriormente, el paso de la vaguada que llega por detrás, debería provocar un importante descenso de las temperaturas. También precipitaciones y un episodio breve de tiempo más inestable por la mitad norte.

Sin embargo, mirando un poco más allá, una nueva dorsal podría provocar de nuevo un importante aumento de las temperaturas.

Por lo tanto, parece que entramos en un período en el que las temperaturas y el tiempo en general va a comportarse como una montaña rusa.