El nivel de CO2 en la atmósfera no deja de crecer. Esta vez la voz de alarma la da el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña que gestiona la Agencia Estatal de la Meteorología. En este observatorio canario se ha observado un nuevo registro récord de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, tras superarse el nivel de las 414 partes por millón.

Un valor que a juicio de los expertos climatólogos supondría el nivel más alto en los últimos 15 millones de años. Sin duda alguna, una mala noticia.

Desde Izaña ya lo advirtieron hace unos meses

Este récord no nos puede llegar de sorpresa. Como podemos ver en este tuit publicado por la cuenta oficial del Centro de Investigación de Izaña, la evolución de la concentración del dióxido de carbono en las cumbres del Teide hacía sospechar que pronto se alcanzara un máximo así.


El efecto invernadero clave para la vida en la Tierra

Como sabéis, el dióxido de carbono está considerado junto al vapor de agua y otros gases como el metano, el óxido de nitrógeno, el ozono y los clorofluorocabonos (únicos compuestos artificiales) como los principales gases que provocan el denominado efecto invernadero, siendo el CO2 el que más importancia tiene.

Aunque gracias estos gases es posible vivir en la Tierra, dado que proporcionan una temperatura óptima en gran parte de las zonas pobladas del Planeta, su concentración por encima de los niveles considerados normales provoca un sobrecalentamiento de la atmósfera, al no dejar escapar en demasía el calor que el Sol nos envía provocando un sobrecalentamiento indeseable y perjudicial.

La OMM lo lleva meses advirtiendo

En los últimos informes climáticos sobre el Planeta que la Organización Mundial de la Meteorología realiza, este organismo internacional viene advirtiendo de que la retención excesiva de radiación infrarroja que proporciona una presencia anormal de estos gases, ha hecho aumentar la temperatura del Planeta que está ascendiendo de forma peligrosa en las últimas décadas.

A juicio de la OMM, el rápido aumento de los niveles atmosféricos de CO2 y de otros gases de efecto invernadero podría producir cambios sin precedentes en los sistemas climáticos, causando “graves perturbaciones ecológicas y económicas”.

Un efecto agravado desde la década de los 1990

Desde la década de los años 1990 se ha registrado un aumento del 40% del forzamiento radiativo total causado por el conjunto de gases de efecto invernadero de larga duración y del 2,5% de 2015 a 2016, según las cifras proporcionadas por la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA) de los Estados Unidos de América.

La última vez que se registró en la Tierra una concentración de CO2comparable fue hace entre 3 y 5 millones de años, la temperatura era entonces de 2 a 3 °C más cálida y el nivel del mar entre 10 y 20 metros superior al actual.

El efecto añadido de otros gases como el metano

Actualmente los países emiten a la atmósfera 12.000 millones de toneladas de carbono por año. Una cantidad exorbitada que está alterando el clima de nuestro Planeta.

Unas emisiones que no se circunscriben a dióxido de carbono sino que también se extienden a otros compuestos como el metano y otros gases de efecto invernadero producidos por la industria. Teniendo en cuenta esa amalgama de gases la concentración alcanza ya las 491 partes por millón, un 16% más.

Más información:  El dióxido de carbono creció en la atmósfera a una velocidad récord durante 2016