El enorme glaciar Thwaites antártico se derrite y podría elevar el nivel del mar de 1 a 3 metros

El enorme glaciar Thwaites antártico está en franco declive, se derrite a un ritmo importante y podría elevar el nivel del mar de 1 a 3 metros.

Las grietas que han aparecido en esta plataforma helada preocupan a los científicos y tras un estudio de cartográfico en alta resolución, han comprobado que hay una amplia zona de cuevas en su interior que comprometen su futuro.

Este glaciar, ubicado en la Antártida occidental y que desemboca en el Mar de Amundsen, se estima que tiene el tamaño de la mitad de Reino Unido, por lo que su aporte de agua dulce tendría gran incidencia en el planeta.

El enorme glaciar Thwaites se derrite

Los expertos prestan especial atención a este glaciar porque, debido a su masa y la rapidez con que lleva su hielo hasta el mar, es el principal contribuyente potencial a la elevación del nivel del mar a escala global.

De hecho, se calcula que en la actualidad supone un 4% del total de la elevación del mar por deshielos.

Los investigadores creen que una pérdida total de este glaciar contribuiría a una elevación del nivel del mar de entre 1 a 3 metros a nivel mundial.

Al borde del colapso

El nuevo estudio, dirigido por el geofísico marino Alastair Graham, de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad del Sur de Florida (Estados Unidos), ha cartografiado en alta resolución una amplia zona de este glaciar en retroceso, en especial en los dos últimos siglos.

Las imágenes han documentado más de 160 crestas paralelas que se crearon conforme el borde de ataque del glaciar se retiraba y subía y bajaba con las mareas diarias.

El equipo de investigación analizó las formaciones en forma de costillas sumergidas a 700 metros bajo el océano polar, considerando el ciclo de las mareas de la región.

Un glaciar del tamaño de Reino Unido en crisis

Los investigadores creen que algún momento de los últimos 200 años, en una duración de menos de seis meses, el frente del glaciar perdió el contacto con una cresta del lecho marino y ha empezado a retroceder a un ritmo de más de 2,1 kilómetros por año.

La investigación sugiere que se han producido pulsos de retroceso muy rápido en el glaciar Thwaites en los últimos dos siglos, y posiblemente tan recientemente como a mediados del siglo XX.

En su comunicado los científicos indican que «Thwaites realmente se está agarrando con las uñas, y deberíamos esperar ver grandes cambios en pequeñas escalas de tiempo en el futuro, incluso de un año al siguiente, una vez que el glaciar retroceda más allá de una cresta poco profunda en su lecho»