Parque eólico de El Conjuro (Motril, Granada) y el radar meteorológico de Málaga.

18.04.11. Los parques eólicos, en clara expansión en nuestro país como productores de energía eléctrica, sabíamos que producían un claro impacto paisajístico, y también se les acusa de ser responsables de la muerte de numerosas aves, amén de otros impactos indirectos, como los caminos de acceso hasta los mismos. Ahora también sabemos que son capaces de interferir con los radares meteorológicos.

 

Los radares meteorológicos emiten pulsos de microondas, con un ancho de banda adecuado al meteoro que se quiere medir. El pulso, al chocar contra el objetivo (gotas de lluvia, granizo, nieve) es devuelto al radar, y el grado de atenuación es indicativo del tipo de meteoro que esté aconteciendo. Para realizar un escaneo efectivo de todo el volumen atmosférico, el radar tiene que ir aumentando su ángulo de elevación (azimut), aunque al hacerlo, disminuye su radio de alcance, teniendo en cuenta que las nubes tormentosas no alcanzan una altura superior a los 15 kms, lugar en donde se encuentra la tropopausa, que limita el crecimiento de las mismas (aprende algunos conceptos básicos sobre los radares meteorológicos, la pequeña historia del rádar meteorológico de Málaga).

Ahora se sabe que las palas de los aerogeneradores, en su movimiento accionados por el viento, son capas de recibir estos pulsos de microondas y devolverlos hacia el radar, interpretándolos estos como si fuese precipitación. De este modo, en determinados casos, las imágenes de radar disponibles en la web de la Agencia Estatal de Meteorología, dibujaban ecos de radar correspondientes con supuestas precipitaciones, sin que realmente se estuviesen produciendo dichas precipitaciones. La posición de estos ecos, coincidían con parques eólicos, y con aquellas zonas de mayor densidad de aerogeneradores.

No obstante, esto no debe suponer un problema para los meteorólogos de AEMET, debido a que su experiencia en el trabajo con las imágenes de radar les lleva a saber distinguir sin mayores dificultades, qué señales son falsas y qué señales se corresponden efectivamente con precipitación. Por otro lado, hay otros tipos de señales falsas, que no están relacionadas con los aerogeneradores, y que los meteorólogos saben discriminar perfectamente.

A pesar de esta experiencia, la Agencia Estatal de Meteorología mantiene contactos con las empresas que realizan la ejecución de los parques eólicos, de modo que éstos se ubiquen en lugares que eviten este efecto. Además, las investigaciones de ingeniería ya están dando sus frutos en cuanto a que se están diseñando palas de aerogenerador que son invisibles a los radares, ya sean de aplicación militar o meteorológica, porque están construidas con materiales que absorben los pulsos de microondas, no siendo devueltos al radar ni interpretados entonces como precipitación.