Campo isobárico de superficie (trazo rojo, en hPa) y viento a 10 m. (sombreado a color, en m/s). Modelo PROMES. Previsión para el 19.01.13, 06 UTC. Crédito: iMetCam.

Campo isobárico de superficie (trazo rojo, en hPa) y viento a 10 m. (sombreado a color, en m/s). Modelo PROMES. Previsión para el 19.01.13, 06 UTC. Crédito: iMetCam.

17.01.13. Las últimas salidas de los modelos meteorológicos han dado un vuelco espectacular, en lo que al tiempo se refiere para el próximo fin de semana, al predecir la formación de una profunda borrasca que cruzará la Península, provocando un temporal de viento, lluvia y nieve.

En el foro de debate, el hilo de análisis y seguimiento de modelos meteorológicos se llenaba de expectación, al comprobar esta nueva tendencia.

La profunda borrasca a la que se está haciendo referencia se formaría a partir de un proceso de ciclogénesis explosiva.

Recordemos que una ciclogénesis explosiva no es un ente meteorológico en sí mismo, como una borrasca, o un frente. Este es un error muy común cuando los medios de comunicación trabajan sobre conceptos en los que no tienen dominio. Una ciclogénesis explosiva es un proceso meteorológico por el cual una borrasca sufre una intensa profundización en un intervalo de tiempo muy corto, formándose un enorme gradiente de presión a su alrededor, responsable de los increíbles temporales que producen. Por definición, el descenso de presión en 24 horas para una ciclogénesis explosiva que ocurra en los 55 o 60º de latitud norte, debe de ser de al menos 24 hPa. Es decir, un descenso medio de 1 hPa cada hora.

Campo isobárico de superficie (trazo negro), viento a 10 m. superior a 15 KT, precipitación acumulada en 6 horas, pronóstico entre el 18.01.13, 06 UTC a 20.01.13, 06 UTC. Modelo GFS.

Campo isobárico de superficie (trazo negro), viento a 10 m. superior a 15 KT, precipitación acumulada en 6 horas, pronóstico entre el 18.01.13, 06 UTC a 20.01.13, 06 UTC. Modelo GFS.

Según la interesante animación superior, entre el 18.01.13, 12 UTC y el 19.01.13, 12 UTC, se produciría un descenso de presión en el centro de la borrasca de 24 hPa en 24 horas. Teniendo en cuenta que dicha profundización tendría lugar a lo largo del paralelo 40ºN, el valor umbral necesario para que dicho proceso de ciclogénesis sea explosivo, es superado ampliamente.

El envite de esta activa borrasca tendría dos consecuencias inmediatas:

  1. Intenso temporal de vientos, primero de poniente y, después, del noroeste (según la borrasca se desplace hacia el Mediterráneo).
  2. Lluvias muy abundantes y generalizadas, consecuencia del paso de un frente frío muy activo.

Campo isobárico de superficie (trazo negro) y precipitación acumulada cada 12 horas, del 18.01.13, 00 UTC a 20.01.13, 12 UTC. Modelo ECMWF.

Campo isobárico de superficie (trazo negro) y precipitación acumulada cada 12 horas, del 18.01.13, 00 UTC a 20.01.13, 12 UTC. Modelo ECMWF.

Posteriormente, cuando la borrasca se encuentre avanzando hacia el Mediterráneo, un acusado descenso de las temperaturas, por la advección de una masa de aire frío polar marítimo, que es el que daría vida al frente frío.

Altura geopotencial (trazo blanco), temperatura (sombreado a color) y viento superior a 20 nudos a 850 hPa. Previsión entre el 18.01.13, 12 UTC a 20.01.13, 12 UTC. Crédito: Ogimet.

Altura geopotencial (trazo blanco), temperatura (sombreado a color) y viento superior a 20 nudos a 850 hPa. Previsión entre el 18.01.13, 12 UTC a 20.01.13, 12 UTC. Crédito: Ogimet.

En la animación superior, la advección fría viene respresentada por la formación de una lengua de colores fríos (gama de verdes y azules).

Ocurre que dicha advección tendría lugar tras el paso del frente, lo cual quiere decir que las precipitaciones, en forma de nieve, quedarían relegadas a la mitad norte y, especialmente, al tercio superior y Pirineos, que recibirían el impacto directo de ese flujo de vientos marítimos del noroeste, fríos y cargados de humedad. De nuevo, en esas zonas, las nevadas podrían ser muy abundantes y en cotas relativamente bajas.

Los sistemas montañosos del norte «exprimirían» toda la humedad de este flujo del noroeste, de tal modo que las precipitaciones a penas alcanzarían zonas más interiores y en la mitad sur, siendo entonces el viento el meteoro más importante, y el frío como sensación térmica, el fenómeno más destacado.

En el foro de debate se está haciendo seguimiento de esta situación, tanto para la Península y Baleares, como para Canarias.

Por último, es necesario destacar que, aunque el fenómeno previsto y descrito en este artículo está previsto a tan solo 48 – 72 horas, todavía puede haber cambios en las predicciones. La experiencia dice que situaciones tan extremas suelen suavizarse cuando se terminan produciendo, respecto a lo anunciado por lo modelos. Sin embargo, la prudencia también dice que habrá que seguir esta evolución con mucha atención.

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