Análisis de las temperaturas de récord en el Atlántico y el nacimiento de Lee

Huracán Lee, 7 de septiembre de 2023. Satélite SUOMI NPP (sensor VIIRS) de la NOAA/NASA.

La actualidad nos lleva a analizar detenidamente las temperaturas tan altas, de récord, del Atlántico y su relación con el nacimiento del huracán Lee.

La temporada de huracanes atlánticos de 2023 entra en su pico climatológico de actividad, y el gran huracán Lee he mostrado una evolución de enorme interés. Una de las cosas fue el proceso de rápida intensificación (RI) que sufrió tras convertirse en ciclón tropical, a partir de una onda tropical.

Y, otra, es que todo esto ocurría sobre un océano Atlántico Norte que sigue mostrando una temperatura de sus aguas superficiales (SST) de récord. Sin embargo, y a pesar de que los pronósticos anticipaban que Lee podría convertirse en uno de los huracanes más intensos de la historia, su evolución posterior no fue la esperada.

Proceso de Rápida Intensificación (RI)

Como ya viene siendo habitual en ciclones tropicales de todo el planeta, los procesos de rápida intensificación se identifican muy bien en las animaciones de imágenes del satélite.

Hay síntomas que son perfectamente identificables en estas animaciones. Y podemos tomar la de arriba como un perfecto ejemplo.

Se trata de la formación de torres cálidas en la pared del ojo del huracán Lee. Estas torres cálidas no son otra cosa que murallones de cumulonimbos en continua regeneración.

De desarrollan embebidos en la pared del ojo, y muestran una gran cantidad de rayos y relámpagos, de forma que ‘electrifican’ la pared del ojo del ciclón.

Estas torres cálidas liberan ingentes cantidades de calor latente, que es la energía (o combustible) que alimenta al huracán, y es el que participa en su intensificación.

Un ratio de intensificación con solo dos precedentes

Entre las 06Z del 7 y las 06Z del día 8 de septiembre, el huracán Lee se intensificó de 70 nudos a 145 nudos. Una intensificación de 75 nudos (~85 mph) en 24 horas.

Utilizando datos de 1982-2021, Lee se coloca en el 0,04% superior de todos los cambios de intensidad de 24 horas en el Atlántico. Sólo los huracanes Félix y Wilma registraron mayores incrementos.

El grado de confianza de los pronósticos sobre la explosiva intensificación del huracán Lee era tan alto, que es la primera vez que el Centro Nacional de Huracanes de Florida, incluye en un pronóstico a 36 horas, el fortalecimiento de un huracán hasta alcanzar la categoría 5.

El huracán Lee alcanzó la categoría 5 en territorio desconocido… hasta cierto punto. Lo hizo en el punto más al sureste desde que se tienen registros (año 1850).

Sin embargo, hay otro que lo hizo más al este y al norte que Lee, y también levantó una enorme expectación precisamente por eso: el huracán Lorenzo, de 2019.

Lee y las temperaturas récord del Atlántico

Este apartado es muy interesante… porque viene a describir cómo ha influenciado la temperatura récord del agua del Atlántico Norte en la evolución de Lee que estamos tratando aquí.

El científico Kris Karnauskas hizo algunos cálculos, en base a una propuesta de comparación de otro científico especializado en clima y ciclones tropicales, Eric Blake.

El señor Blake se preguntaba cómo había evolucionado Lee, si se hubiera encontrado una Región de Desarrollo Principal con unas aguas a las temperaturas que había en el mismo momento del año 1983.

En aquella ocasión (mapa de la derecha) las aguas estaban sensiblemente más frías… Los cálculos de Karnauskas dieron este resultado:

«Desde una perspectiva de la intensidad potencial (la que podría alcanzar un huracán en base a la SST), la diferencia entre los 29,5ºC actuales donde está Lee, y los 27,5ºC que en ese mismo punto había en el año 1983, supone una diferencia de 49,8 mph de vientos sostenidos del huracán. Es decir, de ser un categoría 2, a un categoría 5. Evidentemente, esto también desde un punto de vista teórico

¿Podríamos considerar a Lee fruto de la crisis climática?

Desde nuestra opinión personal, en absoluto. Y es muy fácil justificar esta postura.

Sólo hay que ver la evolución que ha seguido el huracán Lee desde que alcanzara la categoría 5 de una forma tan explosiva.

Resulta que, de forma inesperada, Lee comenzó a degradarse con enorme rapidez.

La conclusión de los meteorólogos expertos en meteorología tropical es que la cizalladura vertical del viento estaba siendo más intensa de lo esperado, afectando a la integridad del ciclón.

Otro culpable: la entrada de aire seco en la circulación del huracán Lee. Otro elemento que rompe el equilibrio termodinámico de los ciclones tropicales en su etapa de intensificación.

Pero también los siempre interesantes y difícilmente previsibles ciclos de reemplazamiento del ojo.

Al final, lo que ocurre es que los huracanes monstruosos como Lee, o como el que al mismo tiempo estaba en el Pacífico Noreste también a máxima potencia, Jova, son muy violentos pero también sistemas MUY delicados.

Indudablemente, un océano más cálido supone un mayor suministro de combustible, si un huracán se desarrolla.

Pero todo un cúmulo de otros factores que tienen que coexistir de forma favorable, hace que pensar en un apocalipsis de ciclones tropicales sea un cuento chino.

De hecho, en el pasado, ha habido temporadas catastróficas, con enjambres de huracanes, sin que aún se hablara 24/7 de la emergencia climática.

Los ciclones tropicales son sistemas meteorológicos muy complejos, y no se puede simplificar tanto una relación causa efecto.

No obstante, con océanos más cálidos, siempre habrá mayores probabilidades de que se den procesos de RI de forma más frecuente, y posiblemente, más intensos.

También teniendo en cuenta que estos procesos tienen límites físicos, a los que es cada vez más complicado que llegue un ciclón tropical, por muy favorables que sean todas las condiciones que se encuentre.